viernes, 21 de mayo de 2021

Testimonio deportivo de Carlos Alberto Torre, Pampa Torres



Yo nací en Gral. Rodriguez en 1935, en el campo. 
Siempre miré para adelante, tengo 85 años y tengo muchos amigos, uno lo que cosecha en la vida son los amigos. 

Habían campeonatos internos de fútbol en la fábrica de la Serenísima, (donde trabajó) yo era defensa, ya casi de los muchachos que están conmigo en las fotos ya no hay nadie, ya se fueron. 





Siempre me gustó el deporte: carrera de autos, el ciclismo, el fútbol, el boxeo, el tenis. Jugué a las bochas 20 años en el Club Porteño, jugábamos con los de Luján, los de Jáuregui. Acá estaba el Porteño, el Alem, después se hizo 25 de mayo, pero se perdió la bocha. 

Yo tengo un hijo que tiene cuarenta y pico de años, sigue corriendo en el ciclismo y tengo un nieto que corre también. Después con el fútbol, mi hijo Cartucho jugó en Ferro, teníamos que andar de acá para allá, siempre lo apoyamos. Yo quería que estudie y ahora se dedica a la política, trabaja mucho, anda de noche, yo lo reto aveces y él me dice "tenemos que andar, tenemos que cumplir" y uno está con el corazón en la boca, tanto él como los hermanos.

Ahora voy al Club Porteño, acá en el centro, a jugar a las cartas con mis amigos y con mi señora somos jubilados de Atilra, es una cosa fuera de lo normal, porque te atienden, te quieren, te abrazan, te besan. Un cariño, un trato, parecen gente de otro planeta. A cargo de los jubilados esta mi yerno, nosotros vamos, bailamos, comemos, nos divertimos, a nosotros entrar a Atilra nos cambió la vida. 

Yo tenía los tres chicos que corrían ciclismo, hacíamos carreras en la calle, alrededor del Club Vicente López y Planes, porque no teníamos circuito, eran carreras callejeras. 

Por eso hice el circuito del Polideportivo Municipal Juán Ávila, después Tejedor lo agarró y lo asfaltó la municipalidad. 

Lo hice de tierra, me lo diagramó Juan Ávila, yo iba todas las mañanas a las 5:30 de la mañana, después me iba a trabajar al corralón de mi suegro "Sala" que estaba al lado de la carnicería Bota, donde ahora venden colchones. 

Había muchos árboles, acacias, eucaliptos, de todo. Le hice la inclinación con la máquina de la Municipalidad. 

Nosotros teníamos la Peña en el Club Vicente López y Planes, el presidente era José Perrone, después estaba David Vásquez, Osvaldo Trillili, Melo, un tal Delvue de Moreno, Pugliese de Moreno, y como no teníamos personería jurídica, se hizo cargo el Club del circuito. 

Entró de presidente el Negro Mañoli y le dijimos que sólo trabajábamos para mantener el circuito y mantener a la gente, me dijo "te agradezco negro por todo lo que hiciste". 

Yo jugué en los campeonatos de barrio también, tengo una medalla que me dio Juan Ávila como deportista destacado. 

Y estoy en el Museo Municipal en una pared. 

Yo conocía a un Juancito Burgos que trabajaba como encargado en una estancia "El Resongo" y jugaba al fútbol también. De La Fraternidad conozco a Edgardo D'Alessandro a Carlitos Cordone, él jugaba al fútbol, éramos contrarios, jugó a las bochas también Carlitos García. 

Recuerdo el Club de Fraternidad, el Rayo, Lealtad, el Federal, club Vasco donde estaba yo. Lo teníamos ahí donde estaba Punto Clave, en la Avenida Perón, y la cancha la teníamos al lado del corralón Municipal. En el hospital estaba el Villa Nueva que era de chicos huérfanos, ahí donde está el Tapié había un pabellón de chicos y cuando jugábamos iban al alambrado a alentarnos. 

Recuerdo cuando se corría Grandes Premios, las cupecitas pasaban por acá, acá teníamos a Daniel Musso y Manuel Medino, eran de Turismo Carretera. 

Leticia, esposa del "Pampa Torres": 



Nosotros teníamos la Peña en el Vicente López y Planes, la armamos entre los matrimonios, teníamos a los chicos que corrían, las carreras eran en la calle. Carlos habló a la municipalidad y le dieron un pedazo de tierra (estaba el intendente Arano). 

Juan Ávila le marcó el circuito y le mandaban de la municipalidad la máquina. Nosotros comprábamos, con lo que hacíamos en las carreras, la tosca, en Luján y de allá la traían. 

Mi papá tenía corralón y él trabajaba con nosotros, iba todos los días a las 5 de la mañana para desparramar y apisonar, cuando el Club Vicente López y Planes lo vio terminado, lo quiso para el club. 

Nosotros lo hacíamos por los chicos, con lo que se juntaba se les compraba la ropa y se pagaban las inscripciones en otros lados. Acá, los de Rodríguez no pagaban. 

Yo anotaba a los chicos por categorías según la edad, medía las bicicletas, porque tenían que tener tanto de piñón. 

Un día el locutor dijo "la señora de Perrone va a izar la bandera", le dije "pero yo no soy la señora de Perrone, yo soy la señora de Torres". Se creían que yo era la señora de Perrone porque siempre estaba ahí, hasta con fríos que te morías. 

Un día dijeron que a una de las curvas del circuito le iban a poner "Pampa Torre" y le hicieron un homenaje. 

Reconocimiento, una de las curvas lleva su nombre.

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